Es la heroína. Esta es su novela.
Cuando empieza su viaje iniciático es una joven insegura, tiene una sed insaciable por saber; es valiente y un poco insensata. Su mundo es pequeño, le quedan muchas cosas por descubrir: los hombres, el amor, el desamor, la traición. El espíritu humano va a ser para ella un laberinto.
Encarna el espíritu de una mujer nueva, más libre. Tras el «fin del mundo», Micaela es la esperanza de lo que está por venir; algo ha muerto, ella ha quedado.
